Consagrado a su oficio de pintor, José Antonio González -Pepe González- trabaja reiteradamente espacios reducidos y silenciosos, sólo de manera excepcional presenta un espacio exterior. El artista logra detener el tiempo y nos perturba profundamente con la noción de que intuimos una realidad que no es devenir. En su producción hay una extraña sensación de inquietud, como si detrás de todo lo inmóvil hubiera una calma chicha inefable, una soterrada intranquilidad.
La obra de este pintor se puede relacionar con la llamada Pintura Metafísica -encabezada a principios del siglo por Giorgio De Chirico- que contemporáneamente con el Futurismo al exaltar la velocidad, las máquinas y todo lo moderno, prefirió referirse al mundo clásico de la antigüedad a partir de unas imágenes tan estáticas como misteriosas.
Información técnica
Medio: Pintura
Técnica: Óleo sobre tela
Medida: 200 x 170 cm
Año: 1990.
Ubicación: Bogotá
Estado: Exposición