Carlos Rojas, junto con Édgar Negret, Feliza Bursztyn, Eduardo Ramírez Villamizar y Manuel Hernández, lideró el movimiento del arte abstracto en Colombia durante las décadas de los años 70 y 80, y se constituyó en uno de los artistas más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
Si bien se inició en el arte con dibujos figurativos de gran maestría, su siguiente etapa creativa, influida por el cubismo, da inicio a su tránsito hacia la geometría y a abstracción. Sus trabajos de este periodo se concentran en una temática de estudio y hacen ya empleo de materiales de consumo, técnica que se consolida en sus Mujeres en Faja (1964 – 1966), trabajos matéricos que fundan uno de sus rasgos distintivos: el uso del collage, en este caso, según el critico Eduardo Serrano con “materiales distraídamente pop”.
Pero es quizás en su investigación sobre los materiales y soportes pictóricos donde Rojas llega más hondo en la búsqueda de lo primordial. A mediados de los años 70 empieza a pintar sobre telas de texturas diferentes (paño, lana, tela acrílica, etc.), las cuales trata en ocasiones con tintes vegetales, yodo, achiote y otras sustancias extraídas de la naturaleza, en suma, con tinturas autóctonas.
Es esta búsqueda en la que se enmarca la seria Mater Materia (1975). En ella, haciendo honor a su nombre, el artista rompe con su propio canon de la línea recta como función ordenadora del caos, para realizar una inmersión en la concreción del mundo, que irrumpe de manera tempestuosa a través de la utilización de elementos ajenos a la pintura. Así, recuerda que el artista no vive encerrado en una torre de cristal, como lo había pretendido cierto credo modernista extremo y su declaración prepotente de autonomía. En esta acción suya hace eco a nivel local de la crisis de la abstracción en la escena internacional, perdida en los caminos de un extremo individualismos autismo. Su respuesta es este volcamiento hacia los detritos de la cultura material local, que lo lleva a realizar nuevos puentes con su entorno. Sin abandonar su vocación abstracta, la técnica del collage se revela aquí de una manera más nítida como una pregunta sobre el contexto que rodea a la obra, en la medida en que es incorporado en ella. La materia es la madre, como termina de confirmarlo en su título. Esta indignación lo llevaría también a series como Mutantes y Por pintar.
Información técnica
Medio: Pintura
Técnica: Mixta sobre lienzo
Medida: 80 x 240 cm
Año: 1989.
Ubicación: Bogotá
Estado: Propia