Las preocupaciones de Juan Raúl Hoyos siempre han girado alrededor de la arquitectura. Incluso en los comienzos de su formación, en la década de los años ochenta, ésta surgió como opción de vida. Desde entonces ha permanecido de forma consistente en tanto objeto de fascinación a lo largo de toda su obra. La ha fotografiado, dibujado. Empaquetado, simulado, enviado por correo y emulado obsesivamente. Le atrae en cuando producto serial que moldea el entorno y, en esta medida converge con otras afinidades que, desde la técnica, han orientado las preguntas que le hace a las ciudades donde ha vivido.
Desde sus estudios en el taller de fotografía de Dora Franco, ha encontrado en el lente al testigo eficiente que dirige la mirada hacia su entorno. Luego de un escarceo inicial con el abstraccionismo, el trazo fue ocupado en su obra un lugar cercano a la textura. La figura en el decurso de su obra se va diluyendo y desplazando, siguiendo el encuadre de la cámara de las imágenes de su entorno cotidiano, familiar, publicitario, los sitios por dónde camina y los espacios que habita. Estos le interesan en cuanto pueden ser reproducidos serialmente a través de la serigrafía. En este tránsito, su mirada abandona al habitante del espacio urbano para centrarse sobre el espacio en sí mismo. Lo interroga, creando una tensión entre contenido y contenedor.
Dentro de este contexto, la serie Arquitecturas Expontáneas (2013) nos ofrece la oportunidad de observar desde un lugar privilegiado, el incesante ir y venir de Hoyos en su exploración formal del espacio urbano. En cuanto al manejo del color, esta serie se sitúa en el punto de inflexión de una búsqueda que llevaría al artista a circinscribirse a los colores provenientes de los códigos de seguridad industriales o de los avisos urbanos – como fucsia y el naranja fluorescente o el rojo sobre el blanco-, todos ellos entintados sobre fotografías altamente contrastadas que aluden, de alguna manera al blanco Miami, precisamente el lugar de su residencia actual y eje final de su reflexión.
Así, podemos reconocer en esta serie los elementos fundamentales de la obra del artista: los espacios urbanos homogenizados, la alienación urbanística, la desestructuración contemporánea del lugar. Y, sobre todo, lo que fundamentalmente se ha perdido en este proceso: el habitante, quien ha dejado de ser una persona con una historia, un tiempo y un espacio concretos, para pasar a convertirse en una consideración volumétrica de la arquitectura.
Información técnica
Medio: Pintura
Técnica: Mixta sobre seda
Medida: 41 x 46 cm c/u x 3
Año: 2013.
Ubicación: Medellín
Estado: Propia