Vitrum et ferrum

Ronny Vayda

Ronny Vayda forma parte de una generación de escultores antioqueños quienes, provenientes de otras disciplinas como la arquitectura, realizan una ruptura tajante con la tradición figurativa imperante, en especial en los espacios públicos dominados hasta la década del 70 por la estatuaria heroica decimonónica o las alegorías simbólicas, vernáculas y mitologizantes, lenguaje dominante de la época. En su caso concreto, el quiebre con la mímesis se realiza a través de preguntas por el volumen, los materiales, el interior, los planos, las posibilidades del constructivismo, entre otros aspectos. En 2016, Vayda realiza Vitrum et Ferrum, una obra en la que los elementos arquitectónicos son despojados de toda funcionalidad para dejar que en ellos surjan valores plásticos como la densidad, la transparencia, el peso.

A la manera de un alquimista de la geometría euclidiana, Vayda se lanza a la tarea de desentrañar la naturaleza misma del espacio, adentrándose en la contemplación de lo que se podría considerar su arquetipo platónico: el cubo. Al contrario de su obra de gran formato en los espacios públicos urbanos, donde rompe el cerramiento e invita a la participación del espectador mediante torsiones dinámicas del ángulo recto, en su obra de pequeño formato para espacios interiores invita a la contemplación.

Vayda lanza su pregunta a la geometría clásica no sólo a través de la estructura y la forma, sino además mediante el uso de los materiales. Nuevamente alquímico, recurre al vidrio, ese líquido solidificado, para hablar poéticamente de la fragilidad, mientras su transparencia sirve como un vehículo a un interior hasta entonces poco explorado por nuestra tradición escultórica. Lo usa en contrapunto con el hierro, el cual actúa aquí como paradigma de la opacidad, la fuerza, la gravedad, logrando un diálogo en el que ambos materiales se interrogan en la percepción de un espectador atento. La herrumbre y la corrosión orgánica de este último se opone además a la imperturbabilidad de la superficie fría del vidrio. Vitrum et Ferrum dista mucho de ser un objeto estático, concepto que suele relacionarse con la escultura. Al contrario es un artefacto dinámico que expone al espectador a estos juegos y tensiones, más allá de llevarlo a buscar referentes en la realidad. Ya no hay re-presentación sino presentación de los materiales, de su naturaleza, esencia, características, comportamientos.

Cuando realiza esta obra, han pasado ya más de cuarenta años de su primera exposición y se encuentra ahora lejos de las playas del collage, de las que zarpara en su largo viaje al interior del cubo. Como señalaba el crítico Alberto Sierra, “El sistema de construcción, que en un comienzo permanecía oculto, ahora se ha vuelto más notorio, haciendo a este aspecto también partícipe del proceso, y dándole a esta característica el valor orgánico que posee como parte de una expresión vital. La reducida escala de la obra tiene el poder de intensificar la sensación de un espacio interior con una arquitectura inútil que corrobora el principio estético que rige toda la propuesta”. En el caso particular de esta obra, “el sistema de construcción” se rige por los principios generales que se traza Vayda. En primer término la línea recta, como forma antinatural por excelencia, y en esa medida también arquetipo de la racionalidad: “reafirmé mi oficio de escultor –dice- cuando empecé a trabajar obsesivamente formas ortogonales, ángulos rectos, partiendo del presupuesto de que la línea recta no existe en la naturaleza. Para mí el ángulo recto es la divinidad, la razón, y el cubo es la exploración total del espacio».

Todos estos postulados son los que emergen en Vitrum et Ferrum, estas exploraciones en la materia y su naturaleza, en los límites de las estrategias geométricas y constructivistas, en las combinatorias infinitas de los elementos básicos del lenguaje arquitectónico y en sus posibilidades plásticas, decálogo esencial de un artista-arquitecto como la ha sido siempre Vayda.

Información técnica

Medio: Escultura

Técnica: Escultura de hierro y cristal

Medida: 12 x 12 x 12 cm

Año: 1994.

Ubicación: Medellín

Estado: Propia